miércoles, 6 de noviembre de 2013

El pie de los Australopithecus

Este tema está relacionado a "pecho de mono" (clic para ver). Gracias a quienes quisieron saber más. Y recuerden votar al final de cada tema, su opinión es importante.

Los seres humanos somos el último mono erguido en una larga lista de primates con esta curiosa adaptación. El caminar en dos patas concedió a nuestros ancestros muchos beneficios, pero también algunas desventajas que aún hoy se presentan como claro recuerdo que no somos el perfecto primate bípedo. Pero ¿en qué momento los pies dejaron de ser "manos extra" para convertirse en las palancas propulsoras que son hoy?

Pies de algunos primates modernos. De izquierda a derecha y de arriba a abajo: chimpancé, gorila, orangután, humano, siamang y babuino.

De todos los fósiles de homíninos que podemos estudiar, el Australopithecus ha recibido casi toda la atención. Ya sea en libros de texto, revistas e incluso folletos religiosos, este primate es objeto de intenso estudio y criticismo. Sabemos que era bípedo por las famosas huellas de Laetoli, mismas que revelan de forma difusa el contorno de los pies de A. afarensis, la especie a la que pertenece la famosa Lucy, uno de los australopitecinos mejor conocidos. Esta especie tenía pies con todos los dedos apuntando hacia adelante, aunque su pulgar era ligeramente más delgado que el nuestro y se encontraba más distante a los otros dedos.

Comparación de exploraciones tridimensionales de huellas. A) Huella humana normal. C) Huella de Laetoli, note la orientación del pulgar.

Los pies humanos exhiben una estructura denominada arco longitudinal, esta nos da unos pies curvados en la planta que nos ayudan a propulsar la pierna mediante tendones ahorrando energía al andar. ¿Esta estructura estaba presente en Australopithecus? Un estudio de 2010 revela que la forma de la parte de la tibia (el hueso de la pantorrilla) que se une al pie está estrechamente relacionada a la presencia del arco del pie. Al estudiar tibias de homínidos bípedos y cuadrúmanos se llegó a la conclusión de que la generalidad es que los Australopithecus tenían un arco del pie poco desarrollado (pero presente), aunque la famosa Lucy tenía un pie plano de forma normal.

Ángulo del arco tibial en diferentes homínidos. Note como el chimpancé (Pan troglodytes) tiene un ángulo que se proyecta hacia abajo. Modificado de DeSilva y Throckmorton (2010).

Si consideramos que los fósiles de pie de Australopithecus son desconocidos o demasiado fragmentarios, este estudio marca un hito en el estudio del pie y la locomoción de estos pequeños primates erguidos.

FUENTE PRINCIPAL:
DeSilva, J. M., & Throckmorton, Z. J. (2010). Lucy's Flat Feet: The relationship between the ankle and rearfoot arching in early hominins. Plos One, 5(12), e14432.

2 comentarios:

  1. Finalmente el articulo no contesta la preguna interesante de cuando en qué momento los pies dejaron de ser "manos extra" para convertirse en las palancas propulsoras que son hoy. saludos

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  2. Estoy de acuerdo con el comentario anterior, hace falta más información de cómo el pie de los primeros homínidos pasa a la forma anatómica moderna. Es posible que falten fósiles para identificar el momento, como también los faltan para identificar el primero homínido con la pinza de precisión en la mano. ¿La tenían ya los australopithecus afarensis o llega con Homo habilis? El lomequiense parece dar la razón a los primeros. Saludos.

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